DEFINICIÓN DE ADMINISTRACIÓN
Según Brook Adams,
la Administración se define como "La capacidad de coordinar
hábilmente muchas energías sociales con frecuencias conflictivas en un solo
organismo, para que aquellas puedan operar como una sola unidad".
La capacidad no se puede lograr solo a través de la práctica sino que demanda un buen conocimiento de los principios sobre los cuales descansa la administración como ciencia que trata justamente de dar las bases filosóficas administrativas y los métodos adecuados científicos para evitar los conflictos sociales.
OBJETO
Es indiscutible que quien realiza por sí mismo una
función no merece ser llamado “administrador”. Pero desde el momento que delega
en otros, determinadas funciones, siempre que estas funciones se realicen en un
organismo social, dirigiendo y coordinando lo que los demás realizan, comienza
a recibir el nombre de administrador.
Ahora bien: la experiencia nos enseña- y los estudios
sociológicos se encargan de justificar esta apreciación- que el hombre se agrupa
en sociedad, principalmente por su insuficiencia para logar todos sus fines por
sí solo.
La sociedad, -esto es, “la unión moral de hombres, que
en forma sistemática coordinan sus medios para lograr un bien común- es, por lo
tanto, el objeto sobre el que recae la Administración. Precisamente, el
elemento “coordinación sistemática de medios”, es el que exige el concepto de
la Administración en toda la sociedad.
FINALIDAD
Al
buscar el hombre satisfacer sus necesidades en la sociedad, lo hace con la mira
inmediata de lograr esto a través del mejoramiento de una serie de funciones
que el solo no podría realizar, o bien, que lograría más imperfectamente.
La administración busca
en forma directa precisamente la obtención de resultados
de máxima eficiencia de la coordinación, y solo a
través de ella, se refiere
a la máxima eficiencia o aprovechamiento de los
recursos materiales, tales como capital, materia prima, máquinas, etc.
CARACTERÍSTICAS DE LA ADMINISTRACIÓN
La administración
posee ciertas características inherentes que la diferencian de otras
disciplinas.
·
Universalidad. Existe en cualquier
grupo social y es susceptible de aplicarse lo mismo en una empresa industrial.
·
Valor instrumental. Dado que su
finalidad es eminentemente práctica, la administración resulta ser un medio
para lograr un fin en sí misma: mediante esta se busca obtener determinados
resultados.
·
Unidad temporal. Aunque para fines
didácticos se distinguen diversas fases y etapas en el proceso administrativo,
esto no significan que existan aisladamente. La administración es un proceso
dinámico en el que todas sus partes existen simultáneamente.
·
Amplitud de ejercicio. Se aplica en
todos los niveles o subsistemas de una organización formal.
·
Especificidad. Aunque la administración
se auxilie de otras ciencias y técnicas, tiene características propias que le
proporcionan su carácter específico. Es decir, no puede confundirse con otras
disciplinas afines como en ocasiones a sucedido con la contabilidad o la
ingeniería industrial.
·
Interdisciplinariedad. La
administración es a fin a todas aquellas ciencias y técnicas relacionadas con
la eficiencia en el trabajo.
·
Flexibilidad. Los principios
administrativos se adaptan a las necesidades propias de cada grupo social en
donde se aplican. La rigidez en la administración es inoperante.
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