viernes, 10 de junio de 2016

ADMINISTRACIÓN

DEFINICIÓN DE ADMINISTRACIÓN

Según Brook Adams, la Administración se define como  "La capacidad de coordinar hábilmente muchas energías sociales con frecuencias conflictivas en un solo organismo, para que aquellas puedan operar como una sola unidad".

La capacidad no se puede lograr solo a través de la práctica sino que demanda un buen conocimiento de los principios sobre los cuales descansa la administración como ciencia que trata justamente de dar las bases filosóficas administrativas y los métodos adecuados científicos para evitar los conflictos sociales.




OBJETO
Es indiscutible que quien realiza por sí mismo una función no merece ser llamado “administrador”. Pero desde el momento que delega en otros, determinadas funciones, siempre que estas funciones se realicen en un organismo social, dirigiendo y coordinando lo que los demás realizan, comienza a recibir el nombre de administrador.
Ahora bien: la experiencia nos enseña- y los estudios sociológicos se encargan de justificar esta apreciación- que el hombre se agrupa en sociedad, principalmente por su insuficiencia para logar todos sus fines por sí solo.
La sociedad, -esto es, “la unión moral de hombres, que en forma sistemática coordinan sus medios para lograr un bien común- es, por lo tanto, el objeto sobre el que recae la Administración. Precisamente, el elemento “coordinación sistemática de medios”, es el que exige el concepto de la Administración en toda la sociedad.




FINALIDAD
Al buscar el hombre satisfacer sus necesidades en la sociedad, lo hace con la mira inmediata de lograr esto a través del mejoramiento de una serie de funciones que el solo no podría realizar, o bien, que lograría más imperfectamente.

La administración busca en forma directa precisamente la obtención de resultados de máxima eficiencia de la coordinación, y solo a través de ella, se refiere a la máxima eficiencia o aprovechamiento de los recursos materiales, tales como capital, materia prima, máquinas, etc.

CARACTERÍSTICAS DE LA ADMINISTRACIÓN
La administración posee ciertas características inherentes que la diferencian de otras disciplinas.
·         Universalidad. Existe en cualquier grupo social y es susceptible de aplicarse lo mismo en una empresa industrial.
·         Valor instrumental. Dado que su finalidad es eminentemente práctica, la administración resulta ser un medio para lograr un fin en sí misma: mediante esta se busca obtener determinados resultados.
·         Unidad temporal. Aunque para fines didácticos se distinguen diversas fases y etapas en el proceso administrativo, esto no significan que existan aisladamente. La administración es un proceso dinámico en el que todas sus partes existen simultáneamente.
·         Amplitud de ejercicio. Se aplica en todos los niveles o subsistemas de una organización formal.
·         Especificidad. Aunque la administración se auxilie de otras ciencias y técnicas, tiene características propias que le proporcionan su carácter específico. Es decir, no puede confundirse con otras disciplinas afines como en ocasiones a sucedido con la contabilidad o la ingeniería industrial.
·         Interdisciplinariedad. La administración es a fin a todas aquellas ciencias y técnicas relacionadas con la eficiencia en el trabajo.
·         Flexibilidad. Los principios administrativos se adaptan a las necesidades propias de cada grupo social en donde se aplican. La rigidez en la administración es inoperante.







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